CUATRO VECES QUE HAN ATENTADO CONTRA LÍDERES ANTIGLOBALISTAS
15 de julio de 2024.

El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue objeto de un ataque este sábado mientras realizaba un mitin electoral en Butler, Pensilvania. Según varios testigos, se escucharon al menos nueve disparos mientras el candidato republicano hablaba desde un atril en el escenario.
De inmediato, agentes del Servicio Secreto evacuaron al magnate neoyorquino, protegiéndolo al lanzarse sobre él, creando imágenes impactantes. Los seguidores de Trump, situados detrás, también se tiraron al suelo entre gritos de pánico.
El atacante fue aparentemente abatido, mientras que Donald Trump se ponía en pie, con el brazo en alto, aunque el rostro ensangrentado, animando a sus simpatizantes a que lucharan. Este emblemático mensaje recuerda alguna de sus declaraciones pasadas donde declaró que el establecimiento político no venía por él, sino por el pueblo estadounidense y que él solo estaba en medio.
Este atentado reveló dónde realmente están los verdaderos extremistas y quiénes son realmente el peligro para la democracia que vanaglorian. Esta no es la primera vez que ocurre algo así.
Robert Fico

El 15 de mayo del presente año el primer ministro eslovaco Robert Fico sufrió un atentado donde recibió cinco disparos a quemarropa, lo que lo sometió a varias horas de cirugía que lograron finalmente estabilizarlo, aunque en condición grave.
A Fico le precede un partido socialdemócrata, pero sostiene políticas nacionalistas, enfatizando la soberanía eslovaca y criticando la injerencia de organismos extranjeros en el país, además de que ha sido contrario a la inmigración masiva y, especialmente, a las cuotas de inmigración establecidas por la Unión Europea, siguiéndole una postura de mayor autonomía para los Estados miembros de la UE, y buscando una relación equilibrada con Rusia.
Jair Bolsonaro

En septiembre de 2018 durante su campaña presidencial, el ahora expresidente brasileño Jair Bolsonaro fue apuñalado por un desconocido mientras el candidato interactuaba en las calles con sus simpatizantes. Hay que recordar que Bolsonaro desde entonces ya sufría de una inquisición mediática muy significativa, venida incluso desde el oficialismo, cosa que le valió rodearse de señalamientos de entre los que se incluía ser un extremista de derechas.
Bolsonaro impulsó en su plataforma la defensa de los valores de la familia, la defensa de la vida, la lucha contra la hipersexualización de menores, la reducción del tamaño del gobierno, la reducción del gasto público, la lucha contra el comunismo, políticas duras contra el crimen, y el derecho a portar armas. Además, significativamente, Bolsonaro enfatizó la soberanía brasileña, acercándose con aliados clave y alejándose de instancias multilaterales.
El soberanismo brasileño de Bolsonaro es un tópico que le bastaba a la comunidad internacional, valiéndose de la máscara de extremista que incesantemente le revestían al expresidente, y debido a que no compartía las políticas del alarmismo climático de determinados actores internacionales —especialmente el presidente francés Macron—, para coquetear con la idea de que la «comunidad internacional» es la que debería tener la soberanía sobre el Amazonas. En su mandato presidencial se vivió, pues, la construcción narrativa de la posibilidad, y una amenaza, de intervenir la soberanía brasileña, justificándose con la agenda climática, con tal de hacerse del control de los recursos naturales del país sudamericano.
Shinzo Abe

No todos los líderes han salido bien librados. El ex primer ministro japonés Shinzo Abe fue acribillado en julio de 2022 mientras arengaba un acto de campaña, cosa que le costó la vida.
Abe era conocido en Japón por sus políticas de fiscales expansivas, flexibilización monetarias y reformas cuyo objetivo era reactivar la economía japonesa. Era conocido como un conservador y nacionalista, impulsando el sentido de identidad y reforzar los valores japoneses; buscó que Japón revisara el artículo 9 de su constitución, el cual renuncia a la guerra como derecho soberano de Japón y limita a las fuerzas armadas como potencial bélico, esta revisión con el fin de que Japón pudiera desplegar mayor potencial ofensivo y defensivo; abanderó una política exterior más activa, estrechando lazos especialmente con Estados Unidos y buscó contrarrestar la creciente influencia china.
Lo que se cree peligroso
Los cuatros mandatarios tienen algo en común: buscar que sus países tomen el control respecto de sus asuntos internos, en detrimento de la influencia de los organismos internacionales, y primando los intereses nacionales sobre las exigencias globalistas. Parece, entonces, que las políticas que impliquen el control soberano de la economía, de las fronteras, de los recursos, algo entendido como normal dentro del marco soberano de las naciones, son banderas que, ceñidas sobre los actores políticos, los hacen blancos perfectos para el enojo del establecimiento político. Y es que no se trata de que los globalistas directamente hayan sido responsables de los atentados, pero con su retórica alarmista, donde los soberanistas son apuntados como «auténticos peligros», animan paradójicamente a que los desequilibrados mentales atenten contra la integridad de estos líderes, quizá convencidos de que con ello «estarían haciendo bien».
En medio de toda esta crispación es que verdaderamente se puede dilucidar quiénes son los verdaderos extremistas.